La cafeína
podría reducir temporalmente el apetito // Foto: Infobae
Por Beatriz Guzmán—Para muchas personas, el no tomar cafeína así
sea un solo día, puede traer las peores consecuencias posibles, desde mal humor
hasta dolor de cabeza. Muchos “no pueden vivir” sin su respectiva dosis, bien
sea a través del café, el té o los refrescos.
Pero, ¿cómo afecta esta droga al
cuerpo y al cerebro cuando es consumida?
La mayoría de adultos consumen unos
400 miligramos de cafeína cada día. Una lata de alguna bebida energizante
contiene 80 miligramos de esta sustancia.
Puede mejorar la memoria y es más
efectiva, si no se consume diariamente.
Esta sustancia bloquea moléculas en
el cerebro, llamadas adenosinas, la cual hace que las personas se queden
dormidas. Con esto, la cafeína favorece la producción de dos estimulantes
naturales: dopamina y glutamina, que aumenta el estado de ánimo e incluso,
reduce el riesgo de depresión.
Puede mejorar la capacidad de
enfoque visual, siempre y cuando sea en dosis moderadas. Una dosis superior a
la recomendada, puede perjudicar la vista debido al nerviosismo.
También, puede aumentar los niveles
de acidez en el estómago. Algunos estudios afirman que la cafeína reduce,
temporalmente, el apetito.
Cuando se ingiere, la cafeína es
absorbida por el estómago después de una hora o dos; esta entra en el torrente
sanguíneo. El cuerpo tarda unas cinco o seis horas en eliminarla por completo.
Una dosis moderada, puede
incrementar la presión sanguínea, pero no lo suficiente como para causar algún
daño en adultos.
La cafeína alerta al cerebro para
activar las glándulas adrenales (en los riñones) y que llenen el cuerpo de
adrenalina, lo que hace a las personas más irritables y con cambios de humor.
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