El consumo
adecuado de antioxidantes ayuda a minimizar los efectos de la oxidación celular
// Foto: Google
Un factor clave en la función
inmunológica del cuerpo y especialmente en la inmunidad de nuestras células, es
encontrar un equilibrio entre el proceso de oxidación y la disponibilidad de
antioxidantes. Y es que los antioxidantes son nutrientes necesarios para
reparar y aumentar la producción celular, además de ayudar a eliminar las
toxinas del organismo.
En todas las etapas de la vida, se
deben cubrir las cantidades adecuadas de antioxidantes para mantener una buena
respuesta inmune. Pero es más importante, incluir antioxidantes en la dieta a
medida que se va envejeciendo, debido a que la respuesta del sistema
inmunológico empeora a medida que las personas se van haciendo mayores. Esto
ocurre, entre otros procesos, por el aumento en la formación de radicales
libres, sustancias nocivas para el organismo.
Nutrientes como la vitamina B2, la
vitamina C, el zinc, el selenio y los carotenoides, entre otros; tienen un
elevado poder antioxidante y ayudan a minimizar los efectos negativos de la
oxidación celular y, en consecuencia, ayudan a mantener un adecuado funcionamiento
del sistema inmune. Es por todo ello, que llevar una alimentación rica en estos
nutrientes con capacidad antioxidante, ayudará a responder a los agentes
externos con mayor fortaleza.
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