Por Beatriz Guzmán—A pesar de los
diversos estudios y de toda la información que a diario sale sobre estas
bebidas, muchas personas se toman por lo menos un refresco al día bien sea para
acompañar alguna comida o por el consumo de cafeína.
Estudios revelan
que con un refresco diario, se puede empezar a sufrir de obesidad, claro, esto sumado con otros factores como la mala
alimentación y el sedentarismo. Tomarlo puede causar cálculos renales,
problemas dentales o diabetes.
Al ser una
sustancia que contiene cafeína, se puede volver realmente adictiva, por lo que
las personas crean una dependencia de ellos; lo recomendable es ir dejándola
poco a poco.
Algunas razones
para alejarse de estas bebidas:
1.- Podrías
sufrir de candidiasis intestinal, estas con pequeñas levaduras que están de
forma natural y que favorecen la digestión; el problema aparece cuando crecen y
se proliferan sin ningún control.
Estos parásitos
se alimentan de azúcar, así que posiblemente a eso se deban los antojos
descontrolados por consumirla. Entre más saludable se coma, menos chance hay de
desarrollo para los parásitos.
2.- Diabetes
tipo II: El consumo de refrescos azucarados, como de cola o diferentes sabores,
se asocia a un mayor riesgo de contraer diabetes de tipo 2, además las personas
que consumen una lata de refresco al día, tienen una probabilidad de padecer
esta enfermedad en un 40 % mayor que para quienes consumen menos de una al mes.
Algunos consejos
para dejar el refresco:
1.- Cuando el azúcar en la sangre es baja. Se manifiesta con mareos, hambre compulsiva, sudor y temblores; por eso las personas recurren a tomar refrescos.
Para evitar esto, hay que tratar de alejarse del estrés diario. No saltarse las comidas; comer proteínas en cada comida. Bocadillos como las nueces o las pasas tienen grasas saludables y azúcares naturales, que hacen más lenta la absorción del azúcar en el cuerpo.
2.- Cuando se
sienta antojo de tomar refresco, lo recomendable es sustituirlo con agua;
ayudará a sentirse saciado de forma temporal. Si se busca algo con sabor, se
puede agregar alguna fruta como el limón o toronja.
3.- Hablar con familiares
y amigos sobre esto. Muchas veces cuando se está en grupo, se tiende a consumir
refresco en mayores cantidades. Hablar con los más cercanos para que ayuden y
se ayuden a sí mismos a dejar esta sustancia; puede ser muy beneficioso.
Es importante
saber que cuando la ingesta de cafeína se reduce, muchas veces las personas
tienen cambios de humor, por esto es importante decirlo a los familiares o
amigos; la comunicación es clave en este proceso.
4.- Elegir
bebidas más saludables, con menos cafeína. Por ejemplo, el té verde: es
rico en antioxidantes y aporta muchos beneficios a la salud, como proteger la
piel del daño por exposición al sol y estabilizar los niveles de azúcar.
El té verde
contiene mucha menos cafeína que el refresco y además es natural, por eso es un
excelente sustituto. Se puede tomar con hielos o con limón, si se busca mejorar
el sabor.
5.- Mantener la
mente ocupada es clave, pues muchas veces estas adicciones aparecen por
aburrimiento. Buscar cosas nuevas para hacer en internet o salir con amigos.
6.- Alejarse de
la tentación es una de las primeras cosas que hay que hacer, porque es más probable
que se tome refresco si se tiene uno cerca.
Evitar comprarlos en el mercado; o decirle a la persona encargada de
hacer las compras, que no los incluya en la lista.
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