viernes, 26 de agosto de 2016

¿Adicto al refresco?


Por Beatriz Guzmán—A pesar de los diversos estudios y de toda la información que a diario sale sobre estas bebidas, muchas personas se toman por lo menos un refresco al día bien sea para acompañar alguna comida o por el consumo de cafeína.

Estudios revelan que con un refresco diario, se puede empezar a sufrir de obesidad, claro, esto sumado con otros factores como la mala alimentación y el sedentarismo. Tomarlo puede causar cálculos renales, problemas dentales o diabetes.

Al ser una sustancia que contiene cafeína, se puede volver realmente adictiva, por lo que las personas crean una dependencia de ellos; lo recomendable es ir dejándola poco a poco.

Algunas razones para alejarse de estas bebidas:

1.- Podrías sufrir de candidiasis intestinal, estas con pequeñas levaduras que están de forma natural y que favorecen la digestión; el problema aparece cuando crecen y se proliferan sin ningún control.

Estos parásitos se alimentan de azúcar, así que posiblemente a eso se deban los antojos descontrolados por consumirla. Entre más saludable se coma, menos chance hay de desarrollo para los parásitos.

2.- Diabetes tipo II: El consumo de refrescos azucarados, como de cola o diferentes sabores, se asocia a un mayor riesgo de contraer diabetes de tipo 2, además las personas que consumen una lata de refresco al día, tienen una probabilidad de padecer esta enfermedad en un 40 % mayor que para quienes consumen menos de una al mes.

Algunos consejos para dejar el refresco:

1.- Cuando el azúcar en la sangre es baja. Se manifiesta con mareos, hambre compulsiva, sudor y temblores; por eso las personas recurren a tomar refrescos.

Para evitar esto, hay que tratar de alejarse del estrés diario. No saltarse las comidas; comer proteínas en cada comida. Bocadillos como las nueces o las pasas tienen grasas saludables y azúcares naturales, que hacen más lenta la absorción del azúcar en el cuerpo.

2.- Cuando se sienta antojo de tomar refresco, lo recomendable es sustituirlo con agua; ayudará a sentirse saciado de forma temporal. Si se busca algo con sabor, se puede agregar alguna fruta como el limón o toronja.

3.- Hablar con familiares y amigos sobre esto. Muchas veces cuando se está en grupo, se tiende a consumir refresco en mayores cantidades. Hablar con los más cercanos para que ayuden y se ayuden a sí mismos a dejar esta sustancia; puede ser muy beneficioso.

Es importante saber que cuando la ingesta de cafeína se reduce, muchas veces las personas tienen cambios de humor, por esto es importante decirlo a los familiares o amigos; la comunicación es clave en este proceso.

4.- Elegir bebidas más saludables, con menos cafeína. Por ejemplo, el té verde: es rico en antioxidantes y aporta muchos beneficios a la salud, como proteger la piel del daño por exposición al sol y estabilizar los niveles de azúcar.

El té verde contiene mucha menos cafeína que el refresco y además es natural, por eso es un excelente sustituto. Se puede tomar con hielos o con limón, si se busca mejorar el sabor.

5.- Mantener la mente ocupada es clave, pues muchas veces estas adicciones aparecen por aburrimiento. Buscar cosas nuevas para hacer en internet o salir con amigos.

6.- Alejarse de la tentación es una de las primeras cosas que hay que hacer, porque es más probable que se tome refresco si se tiene uno cerca.  Evitar comprarlos en el mercado; o decirle a la persona encargada de hacer las compras, que no los incluya en la lista. 

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