sábado, 1 de octubre de 2016

Cómo resistir la tentación según la ciencia

La forma en la que se dicen las cosas depende del grado de compromiso que se tenga con la meta // Foto: GQ México


Por Beatriz Guzmán—De acuerdo con una pareja de investigadores de University of Houston y de Boston College, la forma en la que se rechazan las tentaciones tiene una gran influencia en el resultado, que se quiere obtener cuando se busca bajar de peso.

La investigación consistió en separar en dos a un grupo de estudiantes, el experimento consistía en ofrecer una barra de chocolate o granola a ambos grupos, uno de ellos debía decir “no puedo” y el otro “no hago”.

Resulta que los estudiantes que dijeron “no puedo” escogieron el chocolate 61% de las veces, pero los otros solo lo escogieron 36% del tiempo. Según los investigadores, el decir “no hago” les dio un sentido de poder a los estudiantes; y eso hizo la diferencia.

Pero el estudió no quedó solo ahí, quisieron llevarlo a la vida real. Por lo que 30 mujeres, que querían mejorar su salud fueron reclutadas para el experimento.

Le pidieron a cada una que definiera una meta de salud y bienestar a largo plazo y las dividieron en tres grupos. Le dijeron a un grupo, “solo di no” cuando sientas una tentación. Este era el grupo de control, ya que no tenía una estrategia específica. Otro grupo debería decir, “no puedo hacer” y el tercero, “no hago”.

El segundo grupo diría, por ejemplo, “no puedo faltar a la clase de yoga” y el tercero, “no falto a la clase de yoga”.

Luego de diez días, el grupo de “solo di no” tenía tres personas bien encaminadas en su meta. El grupo de “no puedo hacer” tenía una, y el de “no hago” tenía ocho, una ventaja considerable. Cambiar una palabra les ayudaba a persistir.

¿Por qué funciona? Cuando las personas dicen, “no puedo hacer” están reafirmando sus limitaciones. Lo resisten porque parece que están perdiendo libertad. No es algo que escogen, sino una restricción.  Al decir, “no hago” están reafirmando su voluntad. Es una elección, no una imposición. Reafirma el poder y control y así los alimenta.

Hay un giro curioso con el estudio; y es la excepción a la regla. Para entenderla hay que ver la diferencia entre metas internas y externas.  Las metas internas salen de las personas y las externas reflejan cómo se quiere lucir ante el mundo. Si se busca bajar de peso porque al verse en el espejo se quieren sentir bien, es una meta interna. “Mi mejor amigo se casa en un mes y quiero lucir bien para la boda”; es una meta externa. 

Resulta que para las metas externas, el “no puedo”, funciona mejor. El compromiso y responsabilidad con algo externo puede funcionar a favor. Ayuda a enfocarse en el compromiso con la meta, en vez de enfocarse en las limitaciones.

“No puedo” funcionaría si se enfoca en la próxima vez que irá a pesarse. Así que para esa boda, si te comes o no un pedazo de torta, por ejemplo, depende en parte, de por qué se quiere lucir bien.


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