El cuerpo
humano está diseñado para estar en movimiento constante // Foto: TalCualDigital
Por Beatriz Guzmán—Dicen por ahí que los vicios son malos y en eso,
se puede llegar a convertir el sedentarismo, en un vicio que poco a poco va
afectando la salud de las personas, además de su composición corporal. Si las personas
están muy aferradas a este, les resulta muy difícil cambiar a un estilo de vida
más sano y activo.
Muchas personas dedican una hora de
su día a hacer ejercicio, para mantenerse en forma, para sentirse y verse
mejor; sin embargo, por más que dediquen una hora al día a ejercitarse, el
resto de las horas viven sentados en un escritorio, sofá, o cama. Esto pasa
muchísimo y es un error que no se debe cometer, si realmente se quiere ver un
cambio en la calidad de vida.
El cuerpo humano está diseñado para
moverse, recibir constantes estímulos físicos externos y cuando se pasa mucho
tiempo sin moverse sucede lo siguiente:
La sensibilidad a la insulina
disminuye, por lo que el cuerpo segrega más insulina de lo normal cuando
consume cualquier alimento. En consecuencia, cuando los niveles de esta hormona
están tan elevados, la quema de grasa se hace mucho más complicada y tiende a
acumularse en el tejido adiposo. Además, el metabolismo se torna más lento,
disminuye la circulación, se retiene más líquido, etc.
Por esta razón, es importante estar
siempre en movimiento; levantarse de la silla y caminar un poco por la oficina,
hablar por teléfono de pie, estacionar lejos el carro para caminar más, subir
por las escaleras, etc; así el metabolismo no se ralentiza y las hormonas están
bajo control.
Hay que ejercitarse al menos cinco
veces a la semana, por dos motivos muy importantes; el primero: la salud y el
segundo: es una de las herramientas más grandes para mantenerse en forma.
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