Dejar de
lado los problemas del trabajo cuando se está en casa es primordial para evitar
tensiones en la vida personal // Foto: comodejar.info
Por Beatriz Guzmán—Aunque parezca difícil, esos días cuando el
estrés llega a sobrepasar sus niveles normales y las personas terminan llegando
a sus hogares más cansadas de lo normal, sin motivación y energía; pueden
evitarse.
Por eso, aquí hay algunos consejos
para evitar el estrés en el trabajo y que este afecte el resto del día.
Crear un ritual cada mañana: lo primero, apenas suene el
despertador no dar más vueltas al asunto y levantarse, luego, en vez de dejar
para escoger en la mañana la ropa del día, mejor dejarla preparada desde la
noche, así como los papeles, el bolso, etc. El truco está en no comenzar el día
pensando en volver a dormir o estresarse por no saber qué ponerse; o por si se
olvida algo antes de salir.
Organizar la mesa de trabajo: hay que intentar despejar la
mesa de trabajo lo más que se pueda; y hacer de ese espacio, un lugar agradable
tanto para la vista de quien lo usa como para la de quienes pasan. Y por qué no,
agregar algo de decoración como unas flores, fotos de amigos o familia.
Optar por el té en vez de por el café: el consumo de más de
dos o tres tazas de café hará que los nervios aumenten. Por eso, es
recomendable limitar el consumo de cafeína y en los momentos de estrés optar
por infusiones, como el té de tilo, que ayuden a relajarse sin provocar sueño.
Desconectarse a la hora de comer: comer frente al computador,
debe ser una de esas cosas que más se deben evitar. Si en las horas de trabajo
hay un tiempo establecido para comer hay que aprovecharse y desconectarse, bien
sea saliendo de la oficina o teniendo cero contacto con el teléfono y la
computadora. Hay que disfrutar la comida, hablar con los compañeros y relajarse.
Esta pausa es necesaria para continuar el trabajo sin agobiarse tanto.
Identificar la fuente del estrés: la importancia de esto,
radica en saber de dónde proviene el estrés, para así poder encontrar la
solución adecuada, bien sea porque el jefe se excedió mandando trabajo y
responsabilidades o por algún otro motivo.
Moverse: estar por lo menos ocho horas pegado en una silla
no es nada favorable para el cuerpo. Es necesario hacer pequeñas pausas durante
el día para evitar que el cuerpo y la mente, se atrofien.
Delega: no todo lo debe hacer una sola persona. Cuando ya se
sienta que no se puede más, es necesario delegar en alguien o que algún
superior distribuya el trabajo entre todos. Hablar a tiempo, puede ahorrar
momentos de estrés.
No mezclar el trabajo con la vida personal: una buena
recomendación para evitar que esto suceda es hacer una lista de las tareas
pendientes, colocarla sobre el escritorio e irlas tachando conforme se vayan
realizando. De esta manera, al salir del trabajo, se podrá disfrutar del tiempo
libre sin preocuparse.
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