sábado, 29 de octubre de 2016

Mantén la calma en el trabajo

Dejar de lado los problemas del trabajo cuando se está en casa es primordial para evitar tensiones en la vida personal // Foto: comodejar.info
   
Por Beatriz Guzmán—Aunque parezca difícil, esos días cuando el estrés llega a sobrepasar sus niveles normales y las personas terminan llegando a sus hogares más cansadas de lo normal, sin motivación y energía; pueden evitarse.

Por eso, aquí hay algunos consejos para evitar el estrés en el trabajo y que este afecte el resto del día.

Crear un ritual cada mañana: lo primero, apenas suene el despertador no dar más vueltas al asunto y levantarse, luego, en vez de dejar para escoger en la mañana la ropa del día, mejor dejarla preparada desde la noche, así como los papeles, el bolso, etc. El truco está en no comenzar el día pensando en volver a dormir o estresarse por no saber qué ponerse; o por si se olvida algo antes de salir.

Organizar la mesa de trabajo: hay que intentar despejar la mesa de trabajo lo más que se pueda; y hacer de ese espacio, un lugar agradable tanto para la vista de quien lo usa como para la de quienes pasan. Y por qué no, agregar algo de decoración como unas flores, fotos de amigos o familia.

Optar por el té en vez de por el café: el consumo de más de dos o tres tazas de café hará que los nervios aumenten. Por eso, es recomendable limitar el consumo de cafeína y en los momentos de estrés optar por infusiones, como el té de tilo, que ayuden a relajarse sin provocar sueño.

Desconectarse a la hora de comer: comer frente al computador, debe ser una de esas cosas que más se deben evitar. Si en las horas de trabajo hay un tiempo establecido para comer hay que aprovecharse y desconectarse, bien sea saliendo de la oficina o teniendo cero contacto con el teléfono y la computadora. Hay que disfrutar la comida, hablar con los compañeros y relajarse. Esta pausa es necesaria para continuar el trabajo sin agobiarse tanto.

Identificar la fuente del estrés: la importancia de esto, radica en saber de dónde proviene el estrés, para así poder encontrar la solución adecuada, bien sea porque el jefe se excedió mandando trabajo y responsabilidades o por algún otro motivo.

Moverse: estar por lo menos ocho horas pegado en una silla no es nada favorable para el cuerpo. Es necesario hacer pequeñas pausas durante el día para evitar que el cuerpo y la mente, se atrofien. 

Delega: no todo lo debe hacer una sola persona. Cuando ya se sienta que no se puede más, es necesario delegar en alguien o que algún superior distribuya el trabajo entre todos. Hablar a tiempo, puede ahorrar momentos de estrés.

No mezclar el trabajo con la vida personal: una buena recomendación para evitar que esto suceda es hacer una lista de las tareas pendientes, colocarla sobre el escritorio e irlas tachando conforme se vayan realizando. De esta manera, al salir del trabajo, se podrá disfrutar del tiempo libre sin preocuparse.


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