Es
recomendable no hacer una dieta al mismo tiempo que se deja de fumar; la fuerza
de voluntad se puede ver comprometida // Foto: naxio
Por Beatriz Guzmán—Como bien se sabe, fumar es nocivo para la
salud, reduce drásticamente la esperanza de vida de las personas; sin embargo,
muchos deciden continuar con el hábito antes que engordar. Porque es cierto, al
dejar el cigarro, se puede subir de peso, pero es un problema a mediano plazo,
que se puede resolver y cuyas consecuencias a la salud son menores, que con el
tabaco.
Según los estudios de la OMS, el
cigarro es la segunda causa de muerte en el mundo. Se calcula, que la mitad de
las personas que fuman ahora de forma regular, (unas 650 millones en todo el
mundo) morirá por consecuencia del tabaco.
Dejar de fumar sin engordar no es realista
A muchos fumadores, les preocupa la
idea de engordar cuando vayan a dejar de fumar. Esta preocupación empuja cada
mes a muchísimas personas a buscar en Google la palabra clave “dejar de fumar
sin engordar”, pero es importante insistir en que es mejor aceptar una leve
subida de peso temporal; y tomarse cada problema de forma independiente.
El primer objetivo de una persona
que dejar de fumar, debe ser el cumplir su propósito, porque conseguir dejar el
tabaco es una excelente noticia para su salud a largo plazo. Obviamente,
mientras lo esté dejando, deberá resistir a impulsos de compensar con la comida
y vigilar lo que come, pero no es aconsejable hacer una dieta.
¿Por qué no hay que hacer dieta al
mismo tiempo que se deja de fumar? Simplemente, porque dejar de fumar implica
un esfuerzo de voluntad importante y si, se añaden otras restricciones
alimentarias, entonces el reto se vuelve muy difícil de cumplir. Además, a
corto plazo, la idea de lucir más delgado es más seductora que la de dejar de
fumar, que tiene consecuencias sobre todo a largo plazo. Por lo que muchas
personas tendrán la tentación de volver a fumar para seguir delgadas o volver a
estarlo, si intentan hacer dieta a la vez que dejan de fumar.
Unos consejos prácticos sobre la subida de peso al dejar de fumar
Por lo general, la subida suele ser
pequeña, de 3 a 4 kilos; y solamente una de cada diez personas aumenta más de
10 kilos.
Una vez que la abstinencia del
tabaco haya sido superada, es decir después de unas semanas sin fumar, entonces
es más razonable pensar en una dieta, siempre que se trate de un método
razonable y duradero; y no de una dieta milagrosa como tantas de las que se anuncian.
El deporte es una buena opción.
Incrementar ligeramente la actividad física cuando se deja de fumar y después,
puede ayudar a quemar calorías de más y limitar el aumento de peso.
Si quiere dejar de fumar, no dude
en contactar con su médico de cabecera para recibir sus consejos y
recomendaciones.
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