Dormir más
de nueve horas puede ser nocivo para los adultos // Foto: marketcolchon
Por Beatriz Guzmán—Si dormir menos de siete horas llega a ser
perjudicial para la salud, pues dormir más de la cuenta puede llegar a ser peor.
Dormir bien es uno de los tres pilares fundamentales para gozar de una buena
salud, además de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Expertos explican que las horas
necesarias de sueño varían, dependiendo de la edad de las personas y de otras
circunstancias. Por ejemplo: los recién nacidos necesitan hasta 20 horas de
sueño al día y los adolescentes requieren entre siete y nueve horas diarias,
mientras que los adultos de seis a ocho horas máximo.
Dormir más de ocho horas, puede
llegar a causar algunas enfermedades, debido a que usualmente este es un sueño
ligero. Esto quiere decir, que no se alcanza un estado profundo y constante de
sueño.
Algunos de los riesgos de dormir en
exceso pueden ser:
Mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares: a
largo plazo, no dormir bien puede contribuir a accidentes, alteraciones
metabólicas, cardiovasculares y neurológicas e incluso, probables infartos.
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte
en todo el mundo.
Las mujeres tienden a dormir más
que los hombres, lo que las pone en una posición más vulnerable y aumenta el
riesgo de que desarrollen problemas cardiacos.
Alteraciones metabólicas: cuando dormimos poco, nos
alimentamos peor y cuando dormimos demasiado realizamos menos actividades
físicas.
Muchos estudios internacionales han
demostrado, que las personas que no duermen suficiente, suelen tener problemas
de peso.
Una teoría dice que dormir
demasiado se traduce en poca actividad física. Aquellos que duermen demasiado,
tienen menos período de tiempo disponible en el que pueden estar activos.
Riesgo de desarrollar diabetes: una noche de sueño
interrumpido, podría incrementar el riesgo de desarrollar diabetes. Pero, el
exceso de sueño podría tener el mismo efecto.
Dormir demasiado, puede elevar los
niveles de azúcar (como también ocurre, cuando se duerme muy poco).
Altos niveles de glucosa en la
sangre, pueden incrementar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
El cerebro se pone lento: mientras las personas duermen, el
cerebro reduce su actividad, sin embargo no descansa completamente, por lo que
es indispensable, que reciba las señales correctas para poder conciliar el
sueño.
El sueño prolongado crónico, puede
envejecer el cerebro a una mayor velocidad.
Este envejecimiento prematuro puede
generar dificultades en el desarrollo óptimo de las actividades diarias, según
una investigación publicada en el Diario de la Sociedad Geriátrica de Estados
Unidos.
La causa de que las personas que
duermen demasiado tengan problemas con el funcionamiento mental básico, puede
residir en la cantidad de veces que se despiertan durante la noche. Si se
despiertan frecuentemente, es probable que no estén alcanzando, el estado
profundo del sueño necesario para que el cuerpo se restaure.
Riesgo de morir prematuramente: estudios epidemiológicos han
demostrado que las personas que duermen demasiado, mueren prematuramente. Esta
posibilidad aumenta, si se padece diabetes o alguna enfermedad cardiovascular.
El estado de ánimo puede sufrir: el sueño es un ciclo
biológico, por lo tanto, el mantenerse despierto en horarios en que se debe
dormir va en contra de la propia biología y, puede ocasionar complicaciones
severas a la salud.
La depresión y el sueño tienen una
estrecha relación.
Las personas que padecen algún tipo
de depresión tienden a dormir más.
Por otra parte, las personas
diagnosticadas con depresión, que duermen más de lo recomendado, pueden
empeorar.
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