lunes, 10 de octubre de 2016

PILATES: un ejercicio para todos

Una actividad ideal para personas con problemas en la espalda // Foto: Beatriz Guzmán

Por Beatriz Guzmán-- Un método creado hace casi un siglo por Joseph Pilates, de ahí su nombre, para ayudar a rehabilitar a los soldados lesionados durante la Primera Guerra Mundial. Hoy en día es una actividad que ha adquirido mucha popularidad por los múltiples beneficios que trae su práctica.

El Pilates básicamente consiste en la mezcla del yoga y el ballet y tiene los siguientes principios: precisión, movimiento, concentración, control, respiración, alineación y centralización. Para las personas que tienen problemas en la espalda es una actividad recomendada para tratar su padecimiento, así como aquellas personas que están en rehabilitación, mujeres embarazadas o después de dar a luz.

Algunos de los principales beneficios que otorga el Pilates son los siguientes:

1.- Sirve como entrenamiento complementario: atletas de alto rendimiento practican Pilates para complementar sus ejercicios.

2.- Conexión cuerpo y mente: el Pilates hace que el cuerpo experimente sus propios límites, así la persona va sintiendo cómo mejora y es más flexible a medida que avanza cada sesión.

3.- Mejora la postura: el Pilates trabaja los músculos de la espalda y el abdomen, lo que hace que se mejore la postura. Luego de algunas sesiones, se nota la espalda más fuerte y la persona siente que está más erguida y derecha.

4.- Duermes mejor: con 45 minutos de práctica al día, el cuerpo se relaja y se tonifica, lo que hace que a la hora de dormir, el descanso sea más plácido.

5.- Cualquiera lo puede practicar: adultos mayores, mujeres embarazadas y cualquier persona sin importar su condición física puede iniciarse en esta práctica.

6.- Genera confianza: Pilates decía que en 10 sesiones se siente la diferencia y 30 se tenía un cuerpo diferente; es la mejor motivación para que una persona tenga confianza consigo misma y con su cuerpo.

¿Cómo se practica? 

Hay dos formas de hacer Pilates; una es en el suelo y la otra es en una cama con cuerdas, poleas, pesas y resortes. Pero, básicamente sus movimientos son sencillos en ambas. No requieren mucho esfuerzo, son lentos, suaves y precisos.

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