sábado, 1 de octubre de 2016

Cómo saber si hay toxinas acumuladas en el hígado

 
Muchos de los síntomas que presenta alguna enfermedad en el hígado se confunden con otras afecciones// Foto: solociencia 
Por Beatriz Guzmán—Siendo uno de los órganos más importantes del cuerpo humano y el segundo más grande después de la piel, el hígado cumple funciones muy importantes para el organismo; pues filtra la sangre para remover las toxinas y las células que ya no se necesitan , además, es el encargado de sintetizar los glúcidos y los lípidos.

Por eso y mucho más, hay que estar siempre prevenido para no presentar alguna enfermedad hepática.

Hay ciertas señales que el cuerpo emite y a las cuales hay que prestarles atención para acudir al médico antes de que pase más tiempo.

Aunque el hígado tiene la capacidad de limpiarse a diario, si se sobrecarga su función, se altera y le es imposible llevar a cabo todas sus funciones de forma adecuada.

Los signos a los cuales hay que prestar atención son:

Cambio de color en la orina y las heces: las alteraciones en el color y olor de la orina, también pueden ser síntomas de una infección urinaria, así como el cambio en el color de las heces, puede indicar otro tipo de problemas internos.

La orina, por lo general, tiene un color amarillo pálido cuando el organismo está bien hidratado; sin embargo, por ictericia puede manifestarse con un color más oscuro.

Así mismo, un hígado con acumulación de desechos, puede provocar que las heces sean más pálidas o incluso negras.

Piel amarillenta: este es el resultado de la acumulación de una sustancia llamada bilirrubina, que es el pigmento de la bilis. La bilis se produce en el hígado y desempeña un papel muy importante en el proceso digestivo.

Cuando el hígado tiene dificultades para filtrar las toxinas de la sangre, la bilirrubina se acumula en el torrente y provoca esta alteración en la piel.

Calambres e inflamación estomacal: aunque es difícil sospechar que los calambres y la inflamación abdominal tienen su origen en problemas del hígado, no se debe descartar esta posibilidad.

Cuando se sufre de cólicos de forma continua, es una señal de que el hígado no está trabajando adecuadamente, además, hay que prestar atención si se presentan inflamaciones constantemente y esta viene acompañada de gases.

Sensibilidad cutánea: la acumulación de desechos en el hígado casi siempre se manifiesta con señales en la piel. La picazón inexplicable, la irritación y la sequedad pueden estar alertando de un sistema hepático intoxicado.

Es probable que los síntomas disminuyan con una crema hidratante pero, dado que el problema es interno, reaparecen nuevamente.

Reflujo ácido: aunque casi siempre este está causado por los malos hábitos alimenticios y las sustancias de algunos nutrientes, en ocasiones indican una acumulación de desechos.

Diarrea: cuando esta es constante y sin razones aparentes, puede ser que el hígado necesite desintoxicarse.

Sensación de fatiga: cuando el hígado tiene exceso de trabajo por culpa de las toxinas, disminuye su capacidad para limpiar la sangre y dificulta la correcta oxigenación de las células. Como consecuencia, disminuye el rendimiento físico y mental; y aumenta el deseo de permanecer en reposo.

Retención de líquidos: aunque este síntoma es más común en las personas con enfermedades renales, aquellos con enfermedades hepáticas también lo presentan. Suele manifestarse con una inflamación en los pies, las piernas y otras partes del cuerpo; y se puede identificar si al ponerle la huella del dedo queda allí unos segundos.

Si se padecen más de dos de los síntomas que aquí se presentan, es necesario adoptar un plan de depuración del hígado y por supuesto, consultar a un médico. 

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