Muchos de
los síntomas que presenta alguna enfermedad en el hígado se confunden con otras
afecciones// Foto: solociencia
Por Beatriz Guzmán—Siendo uno de los órganos más importantes del
cuerpo humano y el segundo más grande después de la piel, el hígado cumple
funciones muy importantes para el organismo; pues filtra la sangre para remover
las toxinas y las células que ya no se necesitan , además, es el encargado de
sintetizar los glúcidos y los lípidos.
Por eso y mucho más, hay que estar
siempre prevenido para no presentar alguna enfermedad hepática.
Hay ciertas señales que el cuerpo
emite y a las cuales hay que prestarles atención para acudir al médico antes de
que pase más tiempo.
Aunque el hígado tiene la capacidad
de limpiarse a diario, si se sobrecarga su función, se altera y le es imposible
llevar a cabo todas sus funciones de forma adecuada.
Los signos a los cuales hay que
prestar atención son:
Cambio de color en la orina y las heces: las alteraciones en el
color y olor de la orina, también pueden ser síntomas de una infección
urinaria, así como el cambio en el color de las heces, puede indicar otro tipo
de problemas internos.
La orina, por lo general, tiene un
color amarillo pálido cuando el organismo está bien hidratado; sin embargo, por
ictericia puede manifestarse con un color más oscuro.
Así mismo, un hígado con
acumulación de desechos, puede provocar que las heces sean más pálidas o
incluso negras.
Piel amarillenta: este es el resultado de la acumulación de una
sustancia llamada bilirrubina, que es el pigmento de la bilis. La bilis se
produce en el hígado y desempeña un papel muy importante en el proceso
digestivo.
Cuando el hígado tiene dificultades
para filtrar las toxinas de la sangre, la bilirrubina se acumula en el torrente
y provoca esta alteración en la piel.
Calambres e inflamación estomacal: aunque es difícil sospechar que
los calambres y la inflamación abdominal tienen su origen en problemas del
hígado, no se debe descartar esta posibilidad.
Cuando se sufre de cólicos de forma
continua, es una señal de que el hígado no está trabajando adecuadamente, además,
hay que prestar atención si se presentan inflamaciones constantemente y esta
viene acompañada de gases.
Sensibilidad cutánea: la acumulación de desechos en el hígado casi
siempre se manifiesta con señales en la piel. La picazón inexplicable, la
irritación y la sequedad pueden estar alertando de un sistema hepático
intoxicado.
Es probable que los síntomas disminuyan
con una crema hidratante pero, dado que el problema es interno, reaparecen
nuevamente.
Reflujo ácido: aunque casi siempre este está causado por los malos
hábitos alimenticios y las sustancias de algunos nutrientes, en ocasiones
indican una acumulación de desechos.
Diarrea: cuando esta es constante y sin razones aparentes, puede
ser que el hígado necesite desintoxicarse.
Sensación de fatiga: cuando el hígado tiene exceso de trabajo por
culpa de las toxinas, disminuye su capacidad para limpiar la sangre y dificulta
la correcta oxigenación de las células. Como consecuencia, disminuye el
rendimiento físico y mental; y aumenta el deseo de permanecer en reposo.
Retención de líquidos: aunque este síntoma es más común en las
personas con enfermedades renales, aquellos con enfermedades hepáticas también
lo presentan. Suele manifestarse con una inflamación en los pies, las piernas y
otras partes del cuerpo; y se puede identificar si al ponerle la huella del
dedo queda allí unos segundos.
Si se padecen más de dos de los
síntomas que aquí se presentan, es necesario adoptar un plan de depuración del
hígado y por supuesto, consultar a un médico.
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