Aunque ambas
causan inflamación sus síntomas suelen diferenciarse unos de otros // Foto: Mi
columna sana
Por Beatriz Guzmán—Muchas veces, oímos hablar de la artritis y la
artrosis como si fueran la misma enfermedad, sin embargo, aunque las dos
afectan a las articulaciones provocando mucho dolor e incluso, en las fases más
avanzadas, inamovilidad; estas enfermedades son distintas en origen y
tratamientos.
Por un lado, la artritis es una
enfermedad inflamatoria de causa inmunológica, que afecta a las articulaciones.
Esta dolencia ataca a las articulaciones, que presentan signos inflamatorios
(como calor, rubor, aumento de tamaño y dolor) acompañados de una destrucción
intensa de las mismas. No se puede prevenir.
Para tratar esta enfermedad, es
posible recurrir a múltiples fármacos, como los antiinflamatorios, los
corticoides, los inmunosupresores, además, en los últimos años, se comenzó a
contar con productos de biología molecular que la bloquean.
Por su parte, la artrosis consiste
en la degeneración del cartílago articular. Los síntomas, mediante los que se
reconoce esta enfermedad son el dolor y la impotencia funcional. A menudo puede
haber inflamación, pero en general es más moderada que en el caso de la
artritis. Puede prevenirse con medidas de carácter general, como evitar el
sobrepeso y las lesiones, mantener una musculatura adecuada, tomar ciclos de
condro-protectores y similares.
Esta dolencia, se trata con
analgésicos, sesiones de rehabilitación y condro-protectores, así como con
implantes de hyaluronato en articulaciones susceptibles o Interleucina1-ra.
Pueden precisarse tratamientos instrumentados, como las infiltraciones o la
neurólisis para algunos cuadros dolorosos. También, la cirugía de sustitución
protésica, puede ser necesaria en casos que estén muy avanzados.
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