Se debe
esperar hasta la semana 12 del embarazo para practicar y entre seis semanas y
cinco meses después del parto, dependiendo de cómo haya sido, para retomar las
clases // Foto: Google
Por Beatriz Guzmán—La práctica de yoga ha cobrado mucha popularidad
en los últimos años por diversas razones, entre ellas el estilo de vida tan
estresante que llevan las personas. Sin embargo, algunas personas aún tienen
dudas sobre los posibles riesgos que pueda tener la práctica.
Muchas de estas personas son las
mujeres embarazadas que no han realizado yoga nunca. Es importante saber que la
práctica prenatal es la más adecuada y debe realizarse siempre después de la
semana 12 del embarazo.
Además, para hacerlo con seguridad
es importante que el profesor esté formado en esta modalidad, de tal manera que
las posturas se adapten al cuerpo y a la fase del embarazo.
El yoga puede ser muy beneficioso
durante esta etapa por muchas razones. Las sesiones para embarazadas se centran
en mitigar los posibles síntomas del embarazo, como dolores de espalda, dolores
de cabeza, náuseas, etc; así como en mejorar el bienestar físico y psicológico
de la madre.
Los movimientos que se realizan en
esta práctica de meditación pueden favorecer a que se cree más espacio en la
pelvis y, de esta manera, facilitar el parto. La respiración que se aprende
durante las clases sirve de gran ayuda en el momento de dar a luz para hacer
frente a las contracciones.
Aunque puede practicarse hasta los
últimos días, es importante evitar las posturas que comprimen el abdomen y
consultar cualquier duda con el médico.
Después del parto:
A pesar de los beneficios que
ofrece la práctica de yoga después del embarazo hay que tener precaución. Es
decir, en el caso de los partos naturales, se recomienda una espera alrededor
de seis semanas entre el parto y la vuelta a las clases. Por otro lado, en el
caso de una cesárea, se recomienda una espera de unos cinco meses para iniciar
de nuevo la práctica, además del alta del médico.
Y cuando se retoman las clases, hay
que tener especial atención a la hora de tonificar la musculatura abdominal, ya
que no conviene ejercer presión en esta zona y trabajar los abdominales con los
típicos ejercicios abdominales. Conviene empezar con ejercicios de tonificación
suaves que trabajan las capas profundas, haciendo mucho hincapié en la
exhalación.
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