martes, 6 de diciembre de 2016

Razones para dejar de entrenar por un tiempo

Siempre está permitido parar un tiempo el entrenamiento para recuperarse tanto física como mentalmente // Foto: menshealt.es

Por Beatriz Guzmán—Hacer ejercicio debe ser una actividad divertida, que haga sentir bien a las personas; sí, está bien que a veces puede haber algo de dolor, es normal, pero no debe ser una actividad que torture a las personas.

Por eso, hay que estar conscientes de lo que se está haciendo y saber cuándo hay que parar con el entrenamiento, porque dejó de traer beneficios tanto al cuerpo como a la mente.
Algunas de esas situaciones son:

Cuando realmente sientes que no puedes más: es cierto que entrenar tu mente para darte más impulso y terminar el entrenamiento es posible, pero a veces hay que escuchar al cuerpo. Si se sienten mareos, hay dificultad para respirar o se tienen calambres que no se detienen, es momento de bajarle a las revoluciones y parar la rutina.

Cuando el entrenador no sea de calidad: si el instructor no hace las correcciones adecuadas al entrenar o se la pasa gritando todo el tiempo, no está cumpliendo su función como debe ser. Él está para guiar y ayudar al grupo a alcanzar sus metas, no para desanimarlo.

Cuando no hay comodidad con el grupo: muchas veces, el factor social influye mucho en las personas a la hora de entrenar: hay quienes gustan de hacer amigos y otras que trabajan mejor en silencio. Si el grupo de gente con las que compartes clases no te hace sentir bien; o te ponen en situaciones incómodas a propósito, tal vez debas buscar otro horario o dejar de entrenar en ese local.

Cuando no puedes moverte en el espacio: para ejercitarse bien  hay que estar en el espacio adecuado. Cuando no puedes dar ni un paso sin chocarte con alguien o tus movimientos pueden causar daño a la persona que trabaja a tu costado, no podrás dar el 100% de tu capacidad. O vas más temprano o buscas un lugar menos concurrido.

Cuando se acabe la motivación: no siempre se amanece con el ánimo de ir a entrenar. A veces, las personas se frustran por no ver resultados o simplemente salen muy cansadas de la oficina. En esos casos, pueden tomarse el día para recargar las pilas y volver con energía. Pero si el sentimiento es continuo, tal vez se pueda intentar cambiar de deporte.

Cuando se tiene una lesión: por mucho que se quiera seguir, sufrir una lesión es una fuerte razón para dejar de entrenar un tiempo. Lo mejor es seguir los consejos del médico y no forzar al cuerpo demasiado para evitar que se torne en algo crónico; y la lesión pueda ser permanentemente.

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