Puede
causar, inflamación, acidez y reflujo // Foto: reporte43tamps
Por Beatriz Guzmán—Hay que aceptarlo, usar ropa ajustada, puede
hacer lucir muy bien al cuerpo y a muchos, les gusta más cuando es una moda;
otras veces, simplemente se ha ganado peso y los pantalones o camisas quedan
muy ceñidos.
Esto parece muy inofensivo, hasta
saber que la ropa muy apretada, puede causar daños a la salud y más, cuando es
un hábito que se tiene.
El uso de telas pesadas, como el
jean, puede llegar a perjudicar la circulación de la sangre y promover la
aparición de várices. La solución tampoco es usar telas elásticas, pues estas
comprimen el cuerpo y evitan que la sangre pase correctamente.
Cuando una prenda queda muy
ajustada a las piernas y a la zona abdominal, la sangre tiene que hacer mucho
esfuerzo para “regresar” al corazón.
Este problema de la circulación de
la sangre, también promueve la aparición de varices.
Según un estudio, el 31% de la
población femenina padece varices (que se acentúan por consumir pastillas
anticonceptivas orales, llevar pantalones ajustados y estar muchas horas de
pie).
Además, el uso de ropa ajustada
favorece la aparición de la tan molesta “piel de naranja” o celulitis, debido a
que perjudican el paso de la sangre y fomentan el desarrollo de nódulos de
grasa en los muslos.
Tener presión en los pulmones y la
tráquea, si la ropa está muy apretada, no permite respirar bien.
El movimiento solo se produce hasta
el tórax y el intercambio de gases no se lleva a cabo de manera eficiente, se
acumula y acelera la oxidación de las células (lo que deriva en envejecimiento
prematuro).
Como si esto no fuese suficiente,
la respiración corta, no oxigena correctamente el cerebro. Ello provoca ansiedad
y falta de concentración.
También, causa dolores de espalda y
puede, que parezca que no, pero basta con hacer la prueba para darse cuenta de
que una prenda ajustada es una de las causas de dolores lumbares o cervicales.
Vestir piezas que restringen los
movimientos, obliga a sobrecargar ciertos músculos y a que las vértebras, hagan
más esfuerzo de lo habitual.
Las caderas comprimidas, a su vez,
tienen inconvenientes para cargar con el peso del cuerpo y ser el soporte
habitual. Los brazos y piernas que no tienen libertad de acción, terminan la
jornada con sensación de pesadez, ardor y hormigueos.
Cuando los pantalones y los
cinturones aprietan demasiado la zona abdominal y estomacal, no permiten que el
vientre se expanda mientras se consumen alimentos. El estómago se dilata
mientras hace la digestión, debido a los ácidos necesarios para este proceso.
Por este motivo, la ropa ajustada
causa indigestión, acidez y reflujo. También, puede provocar estreñimiento,
dolores intestinales e hinchazón abdominal.
Llevar la ropa tan cerca del cuerpo,
aumenta la temperatura y la humedad. En la zona genital, esto propicia la
aparición de hongos y bacterias que provocan mal olor o dolencias como la candidiasis.
En el caso de los hombres, tanto la
ropa interior como los pantalones apretados afectan en la calidad y calidad de
los espermatozoides, así como también, pueden causar dolor testicular.
La piel también se ve afectada,
debido a que no puede “respirar”. Se puede llegar a padecer enrojecimiento,
picazón e incluso la aparición de vellos encarnados en las piernas.
Y, como consecuencia, el mal olor,
por ejemplo, en las axilas, pies o zona genital. La ropa de telas como nailon o
licra son peores y, se convierten en un caldo de cultivo para el desarrollo de
todo tipo de bacterias.
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