jueves, 22 de diciembre de 2016

Químicos peligrosos que se pueden encontrar en el maquillaje

Millones de personas en el mundo invierten grandes cantidades de dinero en maquillaje, que muchas veces contiene sustancias peligrosas para la salud y son desconocidas // Foto: Megalindas

Por Beatriz Guzmán—El maquillaje forma parte del día a día de millones de mujeres y hombres en el mundo. La base, el colorete, la sombra de ojos, el rímel; todos estos cosméticos, esconden secretos que las grandes industrias no quieren revelar, porque no son de su interés. Sí, hablamos de las sustancias químicas peligrosas que contienen y que seguramente, muchas personas desconocen.

Según un estudio realizado en España, cada año se venden más de 85 millones de unidades de esmalte de uñas, máscara de pestañas y otros productos de maquillaje para el rostro. ¿Cómo se traducen esas cifras? Las mujeres españolas gastan de media al año más de 30 euros en estos cosméticos.

La cultura del maquillaje está plenamente establecida en la sociedad, adelantando las adolescentes, la fecha en la que empiezan a sentir interés para que sus labios tengan un color especial o sus ojos ganen intensidad con el rímel.

Sin embargo, muchas mujeres desconocen que abusar de esos cosméticos, puede ser peligroso para la salud. Se trata de informaciones que las grandes compañías omiten, pero que investigaciones como la de la Fundación Susuki advierten que hay ocho sustancias utilizadas en los productos de cuidado personal (también, se incluye ahí a champús, jabones, cremas, perfumes, etc); que se deberían evitar.
Plomo:

Si se utiliza lápiz de labios, hay saber que la gran mayoría de marcas incluyen plomo a la hora de componer este cosmético. En el año 2007, la Campaña por Cosméticos Seguros halló el componente químico en más de la mitad de las marcas analizadas.

La presencia del plomo en los lápices de labio está, por así decirlo, “escondida”, es decir, al fijarnos en los ingredientes del producto, no se encontrará nada al respecto. El plomo, se aloja a través de las materias primas que están contaminadas y que se utilizan para fabricar todos los productos.

En este caso, los pigmentos que ayudan a dar color a los labiales son los que mejor transportan el plomo, que puede llegar a causar en ciertos casos a provocar, según los estudios, casos de problemas neurológicos en niños y posible infertilidad.

Formaldehído:

El formaldehído es uno de los productos químicos más utilizados en la gran mayoría de cosméticos. Su uso es muy frecuente a la hora de conservar los cadáveres, ya que contienen bacterias en los productos que están formados por agua y que permiten, su prolongación con el paso del tiempo.

Los diferentes estudios que se han realizado han demostrado su elevada toxicidad, reconociéndose como elementos carcinógenos. Eso sí, muchos de ellos no han podido estudiar su ingesta ni su papel cuando los absorbe la piel, como es el caso de algunas cremas hidratantes.

Triclosán:

Una de las sustancias químicas más utilizadas en la gran mayoría de desodorantes, antitranspirantes (no, no son lo mismo), leches limpiadores, desinfectantes de manos y otros cosméticos es el triclosán, encargado de acabar con las bacterias en pastas de dientes o incluso en sprays utilizados en primeros auxilios.

La historia del producto es larga. Diversas organizaciones han revisado su interferencia en el proceso hormonal de los animales, algo que podría contribuir al aumento de bacterias que resisten a los antibióticos, dañando, incluso, el sistema inmunológico.

Otros estudios, mucho más contundentes, aunque minoritarios, apuntan que el uso de triclosán, puede causar daño en el hígado y aumentar la posibilidad de padecer cáncer.

Ftalato de Dibutilo:

El ftalato de Dibutilo es un ingrediente que está presente en la gran mayoría de esmaltes y perfumes. ¿Su función? Aumentar la capacidad de otros ingredientes químicos con los que interactúan para que provoquen posible mutaciones genéticas, que produzcan problemas reproductivos.

Ese compuesto químico permite también aumentar la plasticidad de los detergentes, limpiadores e incluso, juguetes; los cuales, también entran en los grupos peligrosos. Si miras en la etiqueta de la gran mayoría de ellos, seguramente encontrarás ese nombre.

Butilhidroxianisol:

Otro de los conservantes más utilizados por las marcas es el butilhidroxianisol. Su función en la gran mayoría de cosméticos es potenciar su función antioxidante en cremas humectantes y maquillajes.
Algunos de los estudios realizados al respecto, apuntan que puede producir reacciones alérgicas y afectar, de forma especial, al hígado y a partes más expuestas de la piel. En pruebas con animales, el butilhidroxianisol ha demostrado ser un elemento carcinógeno.

Laurel sulfato de sodio:

Productos habituales como los champús, geles o pastas de dientes no se libran de incluir elementos químicos, que pueden llegar a ser peligrosos para el ser humano. En todos estos cosméticos, el laurel sulfato de sodio, se encarga de crear la típica espuma que son tan características de todos ellos y que si, se usa con frecuencia favorece la irritación y la aparición de eczema en la zona afectada.

En este sentido, la Agencia Internacional en la investigación contra el cáncer y la Administración de la Salud y Seguridad Ocupacional han asegurado, que no se trata de un compuesto carcinógeno, aunque hay otras corrientes que alertan de que su uso prolongado, puede favorecer su aparición.


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