Algunos
pueden alejar la tos, los resfriados, asma, fiebre y dolor de garganta // Foto:
El Venezolano
Por Beatriz Guzmán—Su origen se remonta al siglo XIX, las personas
necesitaban un alimento que satisficiera sus necesidades energéticas y que al
mismo tiempo, fuera fácil de transportar y guardar. Como curiosidad, destaca
que la palabra caramelo deriva del latín canna melis, ya que las primeras
golosinas de este tipo empleaban la caña de miel como ingrediente principal.
Pero, qué tan ciertas son las cosas
que nos dicen sobre ellos, ¿Es cierto que ayudan a dejar de fumar? ¿Son tan
nocivos como dicen?, vamos a descubrirlo:
Actualmente, se conoce que un
adulto promedio consume una media de tres kilogramos de caramelos al año, una
cifra bastante alejada de algunos países como Alemania, Portugal o el Reino
Unido, donde se consume mucho más. En Japón, estas golosinas son todo un furor,
donde se comercializan con sabor a hamburguesas, a huevo frito e incluso,
existe una pizza hecha con caramelos.
Efectos nocivos
Son pocas las personas que pueden
resistir la tentación de probar un delicioso caramelo, sin importar que se
trate de un niño o un adulto. Evidentemente y como casi todo en la vida, la
clave está en la moderación, pues un consumo exagerado de esta golosina, puede
repercutir en la salud y calidad de vida en general.
Por ejemplo, desde el punto de vista
nutritivo, los caramelos aportan poco a la dieta y requerimientos diarios de las personas. Por el
contrario, el aporte tan considerable de calorías, puede afectar los planes alimenticios
y nunca, se debe priorizar su consumo por encima de otros alimentos como las
frutas y verduras.
Por otra parte, muchas personas
suponen que los caramelos aportan energía y permiten permanecer más activos a
lo largo del día. Si bien, esto es cierto hasta un punto, estas golosinas
proveen un aumento rápido de la energía, pero pueden mermar la concentración y
estado de ánimo a largo plazo si se consumen en exceso, por no mencionar que
suponen un aumento de peso considerable (el azúcar refinado, se almacena en el
cuerpo en forma de grasa) y, pueden favorecer escenarios diabéticos en las
personas.
Por último, se debe hacer mención a
la proliferación de bacterias y caries dentales en el organismo, algo en lo que
los caramelos, pueden influir de un modo considerable.
Beneficios
Por supuesto, que todo no es malo y
si de caramelos se trata, existen algunos beneficios importantes que se pueden
obtener de su consumo (moderado). En este sentido, destaca el hecho de que
chupar caramelos, especialmente los de limón, representa una oportunidad
excelente para alejar los escenarios de tos, resfriados, asma, fiebre y dolor
de garganta. Al consumir caramelos, la boca se mantiene húmeda, por lo que
algunos síntomas como la afonía o la boca reseca, pueden ser mitigados.
Se conoce además, que estas
golosinas, pueden influir positivamente en las infecciones urinarias, además de
que alivian la acidez estomacal, el estreñimiento, las náuseas y algunas
afecciones digestivas. Al chupar un caramelo, se estimula la actividad del
hígado, por lo que la digestión de los alimentos, se produce de manera más
eficiente y por otra parte, se provee al cuerpo de feniletilamina, un alcaloide
que genera una sensación de bienestar y alegría muy agradable.
Y para los que se preguntan, si es
posible dejar de fumar a través de los caramelos, pues estas golosinas son
capaces de disminuir la ansiedad propia de este nocivo hábito y de manera
general, pueden ser una herramienta factible para alejar el estrés, reforzar la
concentración, mejorar el estado de ánimo e incluso, detener el sangrado de las
encías (gingivitis) y la nariz.
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