Técnicas
como el masaje, la fisioterapia o la acupuntura pueden ayudar a eliminar el
dolor desde la raíz // Foto: Cultura Sin Fronteras
Por Beatriz Guzmán—Cuando las personas sufrimos de alguna dolencia,
bien sea leve, moderada o crónica, lo primero que hacemos es buscar el calmante
más adecuado para el padecimiento. Sin embargo, lo que muchos no sabíamos era
que las medicinas ofrecen alivios temporales y no detienen el dolor de forma
permanente, ni curan la verdadera causa de este.
Por fortuna, muchos especialistas
del control del dolor explican, que hay distintos enfoques disponibles para
tratar las dolencias.
Acupuntura:
Una de las técnicas más antiguas
para el control del dolor es la práctica china de la acupuntura. La acupuntura
utiliza agujas pequeñas, colocadas en puntos específicos por el cuerpo, para
ayudar a aliviar el dolor crónico. Un gran estudio de personas con
osteoartrítis de rodilla descubrió, que la acupuntura brinda un alivio
significante al dolor cuando los médicos no pueden. Pero, el estudio también
descubrió, que la acupuntura debe realizarse a largo plazo para un efecto
máximo; la mayoría de las veces, debe hacerse por los menos durante 14 semanas
para ver los resultados.
Masaje:
¿Cuándo un masaje no sienta bien?
Los masajes también ofrecen beneficios terapéuticos para el manejo del dolor
crónico. Desde un masaje profundo de los tejidos a técnicas más suaves, puede
ayudar a relajar los músculos y tejidos adoloridos y a aliviar los dolores crónicos.
Fisioterapia:
La fisioterapia le enseña cómo
mover y estirar sus músculos delicadamente y a trabajar sus articulaciones para
fortalecerlas, lo que ayuda a aliviar el dolor. A diferencia de los
medicamentos, la fisioterapia puede de hecho, ayudar a tratar la causa
subyacente de su dolor, ya sea su artritis u otra afección y, ayudará a que sus
dolores crónicos mejoren con el tiempo.
La fisioterapia puede incluir
terapia acuática, como trabajar los músculos en una piscina o jacuzzi. También,
incluye ejercicios regulares y trabajar con especialistas en dolor capacitados
en fisioterapia; puede enseñarle la manera correcta de ejercitarse para aliviar
el dolor y no aumentarlo.
Terapia de frío y calor:
La terapia con calor aumenta el
flujo sanguíneo hacia áreas del cuerpo adoloridas por una inflamación y permite,
que los músculos se relajen. Puede aplicar una almohadilla o venda de calor o
relajarse en un baño caliente, que puede ser calmante para cuerpo y mente.
La terapia con frío, también puede
ser útil. Al aminorar el flujo de sangre hacia una articulación adolorida, se
reduce la hinchazón y los nervios no pueden enviar mensajes de dolor
rápidamente. La aplicación de hielo, una venda fría o un paquete helado, puede
aliviar una articulación adolorida.
Terapia para la mente:
La ansiedad, el estrés y la
depresión, pueden agravar los dolores crónicos; por eso es importante, no
ignorar el lado emocional de su dolor. La terapia cognitivo-conductual, que
puede enseñarle cómo controlar sus pensamientos y sentimientos y la respuesta
física de su cuerpo, puede controlar efectivamente los dolores crónicos. La
retroalimentación biológica es otro método que enseña cómo controlar las
reacciones del cuerpo al dolor, mientras que la hipnosis, permite una
relajación profunda que ayuda a controlar el dolor.
Tratamiento con TENS:
Estimular eléctricamente el área
donde se localiza el dolor, de hecho puede ayudar a aliviarlo. La estimulación
nerviosa eléctrica transcutánea o TENS por sus siglas en inglés, es la técnica
de estimulación eléctrica usada con mayor frecuencia para el control del dolor.
Se coloca un dispositivo pequeño sobre la piel que envía impulsos eléctricos al
área adolorida, estimula los nervios y como resultado, reduce el dolor.
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