Conocen las
debilidades de sus padres y con eso logran manipularlos // Foto:
ritmoromantica.pe
Por Beatriz Guzmán—Los psicólogos de niños han explicado que el
Síndrome del niño tirano lo sufren los niños emperadores, aquellos que tienen
el carácter de elegir qué comida cocinar, a dónde viajar, entre otras
decisiones; que por lo general no le competen a los pequeños de la casa.
En contextos profesionales, el
Síndrome del Emperador o del niño tirano recibe el nombre de Trastorno de
oposición desafiante (TOD). Para
conseguir sus propósitos, los niños gritan, amenazan y agreden hasta física y
psicológicamente a sus padres.
Estos chicos son de un nivel
madurativo en el ámbito de la empatía, es decir está subdesarrollado. Por esta
razón, parece que no sean capaces de experimentar sentimientos como el amor, la
culpa, el perdón o la compasión.
Entre las características de este síndrome están:
Son egocéntricos.
Se frustran rápidamente.
No han aprendido a auto-controlarse
ni a regular sus propios sentimientos y emociones.
Conocen las flaquezas de sus padres
con lo que logran manipularlos.
¿Cómo debe ser la educación del niño con la familia y la escuela?
Los padres dubitativos que ejercen
una educación pasiva y laxa, descuidan los marcos de referencia para las
conductas de los hijos, permitiéndoles la réplica, cediendo a sus chantajes y
lamentablemente siendo víctimas de agresiones verbales y físicas.
El sistema educativo, también se ve
afectado.
Mientras los padres han cedido ya
toda su autoridad, los maestros se ven en la tesitura de marcar límites a unos
niños que han sido educados para desobedecerlos.
Es tanto la responsabilidad que
recae sobre el docente, que ellos son los que terminan estableciendo normas que
no le agradan a los padres, lo que trae como consecuencia consolidar al niño
emperador en su actitud.
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