Una correcta
respiración no solo ayuda en la salud mental // Foto: huffingtonpost
Por Beatriz Guzmán—El exceso de cansancio, las múltiples
ocupaciones de la jornada diaria y la continua exposición al estrés, pueden
hacer que el cuerpo se debilite y presente molestias en la salud. Si bien es
normal padecerlos ocasionalmente, no se deben descuidar y se les debe brindar
una atención oportuna.
Aunque el mantener un estilo de
vida saludable contribuye de forma significativa a prevenir todo tipo de
dificultades, también es bueno conocer otras alternativas para el bienestar.
Por ejemplo, hay algunos ejercicios
físicos y de respiración que contribuyen a sanar tanto el cuerpo como la mente.
Entre estos está la pranayama o
respiración consciente que, en cuestión de minutos proporciona sensación de
alivio.
La pranayama es una de las prácticas principales del yoga. Se
conoce como “la ciencia del control de la respiración”, o más exactamente, la
manipulación del “prana” o energía vital.
Prana es la palabra sánscrita para
decir “respiración”, “vida” y “energía cósmica”; por su parte, yama quiere
decir restricción.
Su práctica tiene beneficios
físicos, mentales y espirituales, entre los que se incluyen, la vitalidad, la
capacidad para pensar con claridad y los estados superiores de la consciencia.
El prana, también se define como
una energía universal, que tiene la capacidad de transformar y conformar los
aspectos más sutiles de cada persona.
Aunque circula a través de cada uno
de modo energético, también se manifiesta de forma física mediante la
respiración.
Si bien algunos lo ignoran, al
inhalar y exhalar de forma correcta, el organismo se dota de una fuente
importante de energía.
A su vez, esta tiene beneficios
sobre la regeneración del cuerpo, su rendimiento físico y procesos como el
digestivo y de crecimiento.
Y es que una óptima respiración,
permite adquirir el oxígeno necesario para la sangre y cada una de las células.
Por tal razón, el enfoque de esta
práctica controla el estrés, disminuye la fatiga y alivia síntomas de tensión
como el dolor muscular y de cabeza.
Lo más interesante es que, al
parecer, su práctica regular fortalece el cerebro y mejora facultades mentales
como la memoria, el intelecto, la razón y la concentración.
¿Cómo practicar estos tipos de
respiración?
Para llevar a cabo esta sencilla
terapia de respiración en pro del bienestar, se debe buscar un lugar tranquilo,
alejado de ruidos molestos o distractores.
Elegir la mano con que se sienta
más cómoda la persona y, posteriormente, cerrar los dedos índice y corazón
hacia la palma para formar una especie de pinza.
Respiración izquierda: esta se recomienda para calmar los dolores
físicos como el de cabeza, el muscular y articular.
Bloquear con el dedo pulgar de la
mano derecha, o con el anular y meñique de la izquierda si eres zurdo, tu fosa
nasal derecha.
A continuación, respira por la fosa
nasal izquierda y trata de que sea lo más profundo posible.
Si gustas, tapa ambas fosas nasales
y trata de contener la respiración durante unos 3 o 5 segundos.
Luego, libera todo el aire de forma
lenta y pausada y vuelve a comenzar.
Realiza el ejercicio unas cinco
veces, tomando descansos de, por lo menos, 30 segundos para evitar mareos.
Puedes hacerlo varias veces al día,
o bien, cada vez que te sientas con tensión física.
Respiración derecha: está diseñada para combatir el estrés, la
sensación de cansancio y las dificultades de concentración. De hecho, su
práctica puede ayudar a recuperar el calor cuando aumenta la sensación de frío.
Pon el dedo meñique y anular de tu
mano derecha en la fosa nasal izquierda para bloquear el aire. Luego, respira
por la fosa nasal derecha y relaja. Contén la respiración cinco segundos,
tapando ambas fosas y repite el ejercicio cinco veces.
Recuerda liberar el aire en forma
pausada y evita hacerlo demasiado seguido para no sentir efectos indeseados.
Una correcta respiración mejora el
transporte del oxígeno, aumenta la capacidad para reflexionar y ayuda a
relajarse. Respirar es un gran vínculo para canalizar las energías y mantener
saludable al cuerpo.