Las mujeres
más propensas a sufrir este padecimiento son aquellas que sufrieron trastornos
alimenticios en el pasado // Foto: serpadres
Por Beatriz Guzmán—Parece que el culto al cuerpo se ha extendido y
ya no solo afecta a las personas más jóvenes, sino también a las mujeres
embarazadas, quienes atraviesan un proceso muy vulnerable a nivel psicológico.
La pregorexia es un desorden
alimenticio caracterizado por surgir durante el embarazo. Esto provoca que la
mujer sufra un miedo constante a engordar y a los alimentos que consume.
Investigaciones realizadas en el Reino Unido afirman, que en torno a un 7,6% de
las mujeres embarazadas tienen problemas alimenticios, mientras que el 23,4%
están preocupadas por su figura y peso.
Síntomas para detectar la pregorexia
Fulvia Mancini, ginecóloga
responsable del centro Clínicas Eva de Cataluña, comenta que estas mujeres
realizan ejercicio de forma excesiva, consumen muy pocas calorías e incluso,
pueden llegar a inducirse el vómito. Además, un dato alarmante: no hablan de su
proceso de gestación.
Por lo tanto, los síntomas más
visibles y comunes de estas pacientes son los siguientes:
– Rechazo de su embarazo y de su
cuerpo.
– Realización de ejercicio excesivo.
– Obsesión con el peso y con las comidas.
– Reducción de la ingesta de
calorías.
– Peso por debajo de lo normal
durante el embarazo.
– Negación de un posible problema.
Es conveniente que, si la mujer ha
padecido con anterioridad un trastorno alimenticio, como la bulimia o la
anorexia y quiere quedar embarazada, se ponga en contacto con su médico de
confianza para tratar este tema. La pregorexia puede surgir en mujeres con
problemáticas anteriores, pero también en aquellas, que no han tenido ninguna
historia clínica con este padecimiento.
Algunas de las consecuencias que
puede conllevar este desorden son: anemia, desnutrición, pérdida del cabello,
falta de calcio, malformaciones en el feto, disminución del líquido amniótico,
retraso del crecimiento intrauterino e incluso la muerte fetal.
Peso normal durante el embarazo:
El aumento de peso es habitual
durante el embarazo. De hecho, se considera normal que la mujer gane
aproximadamente entre 13 y 18 kg, variando en función del número de bebés que
tenga en su interior y del peso que tenía la paciente antes de comenzar este
proceso.
Si lo que realmente preocupa es
recuperar la figura, después de dar a luz es conveniente practicar ejercicio
físico de forma regular, como puede ser yoga, pilates o abdominales
hipopresivos;
combinándolo con una dieta saludable, rica en alimentos proteicos
y vitaminas. La salud actual del bebé, no debe verse comprometida por la
preocupación estética del mañana.
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