domingo, 20 de noviembre de 2016

¿Cómo volver a la actividad física después de una lesión?

Siguiendo las indicaciones de los médicos y cumpliendo con el reposo, el entrenamiento se puede retomar eficazmente // Foto: Crónica Norte

Lesionarse es un riesgo latente para quienes realizan actividad física de manera prolongada. Al principio, el problema se manifiesta de manera muy tímida, pero al cabo de un tiempo, llega a ocasionar mucho dolor y limitar al deportista. En este sentido, el período de recuperación y el tipo de tratamiento a seguir dependerán de la zona afectada y la gravedad de la lesión.

Lo más importante es estar claro en el diagnóstico y la magnitud de la lesión para poder iniciar el tratamiento adecuado, que podría incluir fisioterapia y/o terapia farmacológica. Lo esencial es que la persona cumpla con los lapsos de inmovilización indicados; y no retirar implementos como los yesos o las férulas antes del tiempo recomendado.

Luego, cuando ya se ha cumplido el tiempo en que el paciente debe utilizar los inmovilizadores, el especialista evaluará las condiciones de la lesión y el músculo afectado, para decidir si se amerita fisioterapia y cuál sería el mejor programa a seguir. Una vez que el médico decida que ya puede retomar su rutina de ejercicios, lo mejor es incrementar la intensidad progresivamente hasta lograr el tono y volumen muscular.

Es recomendable hacer un proceso de reacondicionamiento, comenzando con baja intensidad a tolerancia, para luego ir aumentando progresivamente hasta llegar al nivel de entrenamiento previo a la lesión. Cabe destacar, que cuando un músculo pasa mucho tiempo en reposo, este pierde su volumen y, por lo tanto, su fuerza. En estos casos, la idea es evitar forzar el músculo porque puede lesionarse nuevamente.

Al presentar un traumatismo, es necesario buscar la causa, tomar medidas para prevenir que vuelva a suceder y ser evaluado por el especialista para verificar si se corrigió el problema; y además, se debe tomar en cuenta que en ocasiones las lesiones residuales, como lo son las cicatrices y áreas de fibrosis, pueden traer problemas a la hora de entrenar.​

Algunas recomendaciones para evitar lesiones son:

-Cuidar el calentamiento previo al iniciar una rutina de ejercicios.

-Hacer correctamente el estiramiento posterior al entrenamiento.

-Prestar atención a molestias como dolor o inflamación que aparecen de forma periódica, tras la actividad física y acudir al médico.

-Evitar seguir entrenando inmediatamente después de que ocurra una lesión.
-Evitar el sobre-entrenamiento.

Con respecto a la terapia farmacológica, los tratamientos van dirigidos a eliminar el dolor y la inflamación; y deben ser indicados por él o los especialistas involucrados, en especial el médico traumatólogo y el fisiatra.

Y otra parte muy importante, que no se debe dejar de lado, es la fisioterapia necesaria para poder reincorporarse en la actividad física, respetando y ejecutando al pie de la letra las instrucciones y ejercicios indicados por el especialista; y así evitando la automedicación por recomendación de personas no certificadas.

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