El dolor no
es completamente evitable, pero se puede reducir en gran medida // Foto:
deporte-es-salud
Por Beatriz Guzmán—Muchas personas que deciden comenzar a
ejercitarse, no siguen al día siguiente de haber empezado. ¿La razón? El dolor
que sienten en los músculos de todo el cuerpo, o en las áreas que más se
forzaron.
Para que esto no pase y las
personas sigan con su nuevo estilo de vida, o después de cualquier sesión de ejercicio,
los expertos dan una serie de recomendaciones para evitar estas molestias.
Hidratarse: la hidratación es un factor clave antes, durante y
después de hacer ejercicio. El agua ayuda a transportar los nutrientes, a
regular la temperatura del cuerpo y a lubricar las articulaciones. Además,
cuando las personas se ejercitan pierden agua por medio del sudor y es bueno
poder recuperarla.
Comer: sí, es una buena forma de recuperarse. Pero, no hay que
perder el control y creer que se puede comer cualquier cosa. Lo ideal es una
hora después del entrenamiento y comer algo saludable.
Detenerse lentamente: por ejemplo, si sales a correr y quieres
parar, realiza un trote suave o una caminata por unos cuantos metros, antes de
detenerte definitivamente. Esto ayudará a los músculos a recuperarse sin sentir
ningún tipo de dolor.
Tratar de que haya más flujo de sangre: esto contribuirá a poder
recuperarse mucho mejor, luego de hacer ejercicio. Lo ideal es tomar una ducha
alternando agua fría y caliente para impulsar la recuperación total.
Masajes: es una buena manera de mover los fluidos que inflaman los
músculos y que hacen que duelan muchas partes del cuerpo. Lo ideal es
realizarlos con alguna crema que contenga magnesio, ya que esto evitará los tan
temidos calambres que son tan dolorosos. Como la piel es un órgano como
cualquier otro, absorberá la crema rápidamente, lo cual aliviará los músculos
adoloridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario