domingo, 6 de noviembre de 2016

Los efectos del cigarro sobre los descendientes de los varones

Los hijos de hombres que empezaron a fumar antes de los 15 tienen más riesgo de padecer asma  // Foto: salud180.com

Por Beatriz Guzmán—Fumar, se ha convertido en el principal factor de riesgo de muerte prematura y, lo más alarmante es que estas cifras no paran de crecer. Además de ser nocivo para la salud de quien fuma, lo es para quienes están a su alrededor, como los fumadores pasivos.

Pero hay más, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega, ha determinado que fumar, puede llegar a afectar a los futuros descendientes, especialmente a los hijos de varones.

La investigación afirma que aun después de haber dejado el hábito, sobre todo aquellos que fumaron desde la adolescencia, sus hijos tienen tres veces más riesgo de desarrollar asma durante la infancia, que aquellos que nunca han fumado.

Para llevar a cabo el estudio, se analizaron los historiales médicos de 24.168 niños y adultos de Noruega, Suecia, Dinamarca, Islandia y Estonia; que en el momento de su inclusión en la investigación tenían edades entre los 2 y los 51 años. Más concretamente, el objetivo era evaluar la prevalencia de asma antes de cumplir los 10 años en esta población; y la existencia de una posible relación con el hábito tabáquico de sus padres.

Los resultados mostraron, que los hijos de los varones que habían empezado a fumar antes de cumplir los 15 años, tenían un riesgo 3,24 veces superior de desarrollar asma no alérgico, (asma no asociado a alergia al polen) antes de llegar a su segunda década de vida. Un efecto negativo, además, que se vio solo ligeramente reducido (el riesgo fue 2,68 veces mayor) en aquellos casos en los que el padre dejó el tabaco, un mínimo de cinco años antes de la concepción.

El mayor incremento del riesgo de desarrollar asma en los niños, se observó en los padres cuyo inicio en el tabaquismo se produjo antes de los 15 años. Y curiosamente, el tiempo transcurrido desde la cesación del hábito tabáquico hasta la concepción, no se asoció de forma independiente con la prevalencia de asma en los descendientes. 

“Fumar causa daños genéticos y epigenéticos en los espermatozoides que se pueden transmitir a los descendientes”, explica una de las investigadoras.

Sin embargo, el hecho de que el padre empezara a fumar una vez el niño ya hubiera nacido, no pareció tener ninguna influencia sobre el riesgo de asma del descendiente.

¿Y qué pasa con las madres que fuman?

El hecho de que la madre fumara durante el embarazo incrementó, y mucho, el riesgo de que el futuro neonato padeciera asma. Sin embargo, los resultados sugieren que las mujeres que fumaron antes de la concepción no condenaron, tal y como hacen los varones, a que su futuro hijo tuviera una mayor probabilidad de padecer esta enfermedad respiratoria.

Pero, ¿cómo se explica, qué la asociación entre el asma del hijo y el tabaquismo antes de la concepción sea tan patente en el caso del padre e inexistente en el de la madre? Pues, según sugieren los autores, la explicación se encuentra en el efecto del tabaco sobre los espermatozoides.

En conclusión, el ambiente nutricional, hormonal y psicológico de la madre condiciona la respuesta celular y la expresión genética de su descendencia. Y según, sugiere el nuevo estudio, la edad y estilo de vida del padre parece reflejarse en las moléculas, que controlan la función genética.

Como concluye la directora de la investigación, “cada vez contamos con más evidencias de los estudios con modelos animales sobre la denominada ‘programación epigénetica’, un mecanismo en el que el ambiente del padre antes de la concepción, puede impactar sobre la salud de las futuras generaciones”.


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