sábado, 12 de noviembre de 2016

¿Qué tan efectivas son las insulinas análogas?

Factores como la obesidad pueden influir en el tiempo de absorción de la insulina  // Foto: lapatilla.com

Por Beatriz Guzmán—La insulina es una hormona que segrega naturalmente el páncreas y básicamente, la función de esta es regular la cantidad de azúcar en la sangre. Para las personas que sufren de diabetes, esto no existe, sin embargo, gracias a las inyecciones de insulina, los niveles se pueden equilibrar y las personas llevar una normal.

Sin esta sustancia, el azúcar queda en cantidades muy altas por el torrente sanguíneo provocando daños en los tejidos con el paso del tiempo.

Uno de los grandes inventos de la medicina fue poder sintetizar la insulina, que primero se obtenía de animales y luego, se pudo hacer en los laboratorios.

La primera versión de insulina humana tiene sus limitaciones, pues al ser inyectada bajo la piel en altas concentraciones, se aglutina, lo que provoca una absorción lenta; es poco predecible y la duración es variable con acción dependiente de la dosis que se inyecte.

Con el tiempo, se logró crear lo que actualmente se denomina insulinas análogas, un tipo que por sus propiedades, se asemeja a la función fisiológica que tendría la insulina generada por el propio organismo. Estas insulinas análogas, se dividen en dos tipos: de acción corta y de acción prolongada, esta última también conocida como basales.

Para determinar, si estas insulinas basales análogas son todas iguales, los expertos explican, que uno de los objetivos principales de todo médico constituye en lograr obtener los controles o metas en el tratamiento de la diabetes. ¿Qué se quiere decir con eso? Que existen unos parámetros con los cuales, los especialistas consideran que un paciente está bien controlado, desde punto de vista metabólico, como es el índice de hemoglobina glucosilada (HbA1c), la glucemia en ayunas y las glucemias postprandiales.

Estos parámetros son sumamente importantes a la hora de escoger un tratamiento insulínico para un paciente. En cuanto a estos, señalan que siempre se debe tomar en cuenta la eficacia de la insulina, el bajo riesgo hipoglucémico que tenga, el mínimo incremento de peso, la facilidad de uso y, lo más importante, brindarle una mejor calidad de vida al paciente.

Por ejemplo, la diferencia entre las dos insulinas basales que se comercializan en Venezuela (la Glargina y la Detemir), que son diferentes en cuanto a la farmacocinética, pero en seguridad, cumplen el mismo objetivo. La diferencia está en que la Detemir, no incrementa el peso en el paciente, mientras que la Glargina, si influye en una ganancia. Pero en esencia, son insulinas iguales, en el sentido que con ellas, se pueden alcanzar los objetivos de control.

Numerosas investigaciones y estudios clínicos que han concluido en que las insulinas análogas, no son inferiores unas de otras. Esto quiere decir, que todas funcionan de manera eficaz y ninguna es superior o mejor que la otra, todo depende de los parámetros anteriormente mencionados.

Sin embargo, la obesidad es el factor principal para que ocurran cambios en la absorción y por ende en la acción de la insulina. Normalmente, mientras el paciente es más obeso, tiene un grado de resistencia insulínica mayor, por ende, necesita siempre de más insulina para alcanzar los parámetros de controles.

Otro factor, que también influye es el estilo de vida de la persona que tiene diabetes. Por ejemplo, se ha demostrado que hacer ejercicio moviliza los receptores que captan la glucosa, por ende, mejoran la eficacia de la insulina. Comer a deshoras, afecta la eficacia que tienen las insulinas.

Son muchos las ventajas que las insulinas análogas tienen en el tratamiento de las personas con diabetes, maximizar su efecto conlleva a tener pacientes bien informados y que, cumplen con los cambios indicados por su médico en el que se incluye, tener un estilo de vida que evite el sedentarismo y buenos hábitos alimenticios.

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