Estudios han
comprobado que la piel de quienes han sufrido acné tienden a envejecer más
lento // Foto: El Deber
Por Beatriz Guzmán—Aproximadamente entre el 70 y 80% de las mujeres
acuden con más frecuencia al dermatólogo, según el Grupo Latinoamericano de
Estudio del Acné. Pues tener un rostro sin acné, sin manchas y con los poros
cerrados es la meta de muchas personas.
Pero, al contrario de lo que se
piensa, las células cutáneas afectadas por el acné tienen una estructura, que
las hace más fuertes a la hora de combatir los efectos del envejecimiento.
Así lo comprobaron científicos de
King's College de Londres, en Reino Unido y de la Escuela de Medicina de Nueva
Jersey, en EE.UU; que realizaron un estudio con un grupo de 1.205 mujeres que
se ofrecieron como voluntarias.
El objetivo era averiguar qué había
de cierto en algo, que durante años habían sugerido los dermatólogos; y que
algunas personas que sufrieron acné empiezan el proceso de envejecimiento de la
piel más tarde, que aquellos que nunca lo padecieron.
Desde la dermatología, se sabía que
las pieles grasosas, además de ser más propensas al acné, también presentaban
un proceso tardío del envejecimiento.
Para entender la relación entre el
acné y el envejecimiento, se identificaron a aquellas mujeres, que hubieran
tenido acné en algún momento de sus vidas. En el grupo de pacientes estudiadas,
un 25% había sufrido el trastorno.
El paso siguiente fue comparar la
longitud de sus telómeros, tomados de sus glóbulos blancos con la longitud de
los telómeros de mujeres, que nunca habían presentado brotes de acné. Los
telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas y una de sus funciones
es protegerlos del deterioro.
A medida que las células envejecen,
los telómeros se van descomponiendo de forma gradual, lo que al final resulta
en la muerte celular, una parte normal del crecimiento y del paso de los años. Es
entonces, cuando las células mueren y las arrugas empiezan a aparecer.
Una investigación anterior
descubrió que la longitud de los telómeros en los glóbulos blancos, puede
predecir el envejecimiento biológico asociado con la longitud de los telómeros
en otras células del cuerpo, según los autores del estudio.
El resultado fue que las
voluntarias que habían sufrido el trastorno tenían en promedio, telómeros más
largos, que aquellas que no habían padecido acné.
El estudio también dice que tener
telómeros más largos, puede significar tener huesos más fuertes.
Pese a que el estudio fue realizado
únicamente con mujeres, los científicos afirman que las conclusiones también
pueden aplicarse a los hombres, aunque advierten que hacen falta más
investigaciones.
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