viernes, 16 de septiembre de 2016

Aceites vegetales que hacen daño

Muchos de estos aceites están presentes en alimentos // Foto: lookfordiagnosis 


El uso de aceites de origen vegetal, como semillas o de frutos secos, se ha vuelto común en casi todas las cocinas del mundo. ¿Por qué? Porque son considerados sustitutos saludables de la mantequilla, pues parece que tienen menos grasas saturadas.

Sin embargo, algunos estudios han puesto en duda estas afirmaciones y alertan, que los aceites que se comercializan como vegetales no son tan “buenos” como se cree. De hecho, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud, dicen los especialistas.

El principal culpable puede ser el omega 6 que contienen, que pudiese llegar a causar una inflamación dentro del organismo, aumentando las posibilidades de padecer artritis; depresión o cáncer de piel. Otros estudios hablan de alteraciones hormonales y de daños en el sistema reproductivo y neuronal.

El australiano David Gillespie hizo su propia investigación; y llegó a la conclusión de que algunos aceites vegetales son “peligrosos para la salud”.

“Sus supuestos ‘beneficios’ están basados en la falsa asunción de que las grasas saturadas son malas (por el colesterol), pero no hay evidencia científica sobre tal cosa y algunos estudios probaron, de hecho, lo contrario”, le contó Gillespie a BBC Mundo.

Algunos de estos aceites, cuyo consumo debería reducirse o evitarse por completo son:

1. Aceite de girasol

Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV), en España, demostró que este aceite contiene ciertos compuestos orgánicos llamados aldehídos, supuestamente relacionados con trastornos neuronales y con algunos tipos de cáncer.

De acuerdo con María Dolores Guillén, coautora del estudio, los aldehídos contaminan el entorno y pueden ser inhalados. Además, permanecen en el aceite incluso después de haber sido calentado.

Según los científicos, el aceite de girasol tiene una mayor cantidad de estos compuestos, mientras que el aceite de oliva los genera en una cantidad mucho menor.

Gillespie es más rotundo al respecto: “A los niveles que los consumimos, estos aceites, no son menos tóxicos que ingerir veneno”, advierte.

2. Aceite de maíz

Tiene un alto contenido en grasas poliinsaturadas.

Tal y como le explicó Martin Grootveld, de la Universidad de Montfort, en Leicester (Reino Unido) a la BBC: “los aceites de girasol y de maíz son buenos, siempre y cuando no se utilicen para freír o cocinar”.

Según Grootveld, es mejor utilizar aceite de oliva, pues “contiene menos componentes tóxicos y éstos son menos perjudiciales para el cuerpo humano”. De hecho, su investigación sugiere que es mejor cocinar con mantequilla que con aceite de maíz.

3. Aceite de canola

Era barato, fácil de cultivar y, aparentemente, saludable en el momento que comenzó su comercialización, pero pronto empezó a aparecer información sobre los perjuicios del ácido erúcico que contiene este aceite y que puede llegar a ser tóxico.

Las consecuencias de consumir estos aceites, dice Gillespie, pueden ser graves. “Aumentan significativamente las posibilidades de que tengamos cáncer y de que nuestros hijos padezcan enfermedades autoinmunes”, asegura.

Los aceites “malos”, señala Gillespie, son los de semillas (colza, girasol, cártamo, salvado de arroz, semilla de uva y maíz); los de legumbres (soja y maní) y la mayoría de los aceites de frutos secos.

Sin embargo, muchos alimentos contienen estos ingredientes. Desde el pan de molde hasta algunas galletas, pastas, casi toda la comida procesada, salsas, comida congelada y la cocinada en cafés y restaurantes; pues estos aceites “son más baratos y no se nota la diferencia en el sabor” (al usarlos para cocinar), dice Gillespie.


Con información de BBC. 

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