viernes, 30 de septiembre de 2016

Cosas que creemos hacer bien pero que pueden afectar la salud

Cruzar las piernas hace que todo el peso del cuerpo caiga en un solo lado por lo que la espalda debe inclinarse // Foto: ntrzacatecas.com 

Por Beatriz Guzmán—Muchas de estas parecen inofensivas y algunas simplemente, se ponen en práctica por costumbre o porque desde siempre se han implementado; y aunque algunas veces no se ven las consecuencias a corto plazo, hay que tener en cuenta que la salud podría verse afectada con la práctica regular de algunas de estas cosas.

Echar la cabeza hacia atrás si  sangra la nariz

Lo primero que se debe hacer es taparse la nariz presionando la parte superior con los dedos, a modo de pinza e inclinar la cabeza hacia delante. Solo de esta manera, se conseguirá que la sangre drene hacia afuera para evitar tragarla o que pase a las vías respiratorias.

Abrigarse para sudar la fiebre

Cuando se tenga fiebre hay que evitar: abrigarse, bañarse con agua helada y frotarse con alcohol (puede causar, sobre todo a los niños, una intoxicación etílica). Lo que se debe hacer es tomar un antipirético, desabrigarse (no desnudarse) o tomar baños de agua templada para reducir la temperatura corporal.

Tomar café al despertar

El cuerpo dispone de un reloj interno, que se encarga de aumentar el grado de alerta a primera hora de la mañana con el incremento de cortisol. Estos niveles van disminuyendo en las horas posteriores, por lo que resulta más efectivo posponer el consumo de café (y su efecto estimulante) dos o tres horas tras levantarse.

Copiar la dieta de alguien

Al momento de hacer dieta, es preciso tener en cuenta una serie de factores como el sexo, la edad, las alergias, intolerancias alimentarias y/o enfermedades; como la hipertensión o la diabetes, ya que condicionarán el contenido nutricional y calórico. Por ello, es fundamental no hacer la dieta de otras personas sin la evaluación previa de un médico/nutricionista.

Saltarse el desayuno

Una dieta equilibrada exige cinco ingestas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. El primero aporta energía para afrontar las tareas de la mañana y evita, que se coma demasiado en las comidas principales por un apetito excesivo. Esto es de suma importancia en los niños, ya que no desayunar es, junto al sedentarismo, el riesgo más frecuente que conduce a la obesidad infantil.

Usar zapatos muy altos o totalmente planos

Los tacones muy altos favorecen la sobrecarga en el antepié y ayudan a la formación de callos, dedos de garra e infecciones en las uñas. Sin embargo, los zapatos demasiado planos pueden ocasionar problemas en la región del talón como durezas, fascitis plantar o tendinitis de Aquiles. Lo ideal es usar un zapato con tacón moderado, anchura adecuada y buena sujeción.

Cepillarse los dientes apenas se termina de comer

Si se han ingerido alimentos con alto contenido ácido (frutas, jugos, vino o café) hay que esperar 30 minutos para lavarse los dientes, porque si se hace inmediatamente, se repartirá el ácido por toda la boca y hay riesgo de sufrir caries.

Comer fruta de postre

La fruta tiene fructosa que, ingerida tras la comida, provoca un aumento rápido de los niveles de insulina en sangre y hace que todo lo comido anteriormente, tenga más facilidad para convertirse en grasa. Además, en ocasiones produce gases. Por todo ello, lo ideal es separar la ingesta de fruta de las comidas principales.

Dormir con la televisión prendida

Ver la televisión o usar otros dispositivos electrónicos con pantalla antes de dormir, disminuye el tiempo y la calidad del descanso. Esto, se debe a que la luz que emiten, tiene una longitud de onda que dificulta la producción de la melatonina en el cerebro, hormona encargada de inducir el sueño.

Llevar carteras grandes

Las carteras grandes suelen ser sinónimo de una gran carga llevada de forma inadecuada, lo que provoca lesiones de hombro y espalda como tendinitis, contracturas cervicales, dorsalgias y lumbalgias. Lo ideal es llevar solo lo imprescindible (que no supere el 3% del peso del cuerpo).

Beber agua en exceso

Demasiada agua obliga a los riñones a eliminar más líquido y electrolitos que son necesarios para el organismo, como el calcio, el potasio, el magnesio o el sodio. Lo ideal es ingerir dos litros y medio al día. También hay que tomar en cuenta, que en esta cantidad se incluyen también, los alimentos que se comen.

Cruzar las piernas

Tan común que todo el mundo lo hace sin darse cuenta, este gesto afecta a la espalda, ya que obliga a cargar todo el peso en un solo lado haciendo que la columna se incline. Así mismo, provoca que se salga un poco el hueso del muslo y que al levantarse, se note una pierna más larga que la otra. Lo ideal es sentarse siempre con las piernas tocando el suelo; y formando un ángulo de 90 grados tanto en rodillas como en caderas.

Fumar para relajarse
La sensación de alivio y relajación que se experimenta con un cigarrillo, se debe tan solo a que calma el síndrome de abstinencia. De hecho, fumar provoca ansiedad. Lo mejor que se puede hacer, es abandonar el hábito tabáquico.

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