Los expertos
recomiendan cenar al menos dos horas antes de irse a acostar // Foto: peru.com
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Por Beatriz Guzmán—Para mucha gente, principalmente quienes pasan
todo el día fuera de casa trabajando o estudiando, la cena se ha convertido en
el alimento principal y más sustancioso del día.
Pero, han surgido opiniones de
expertos sobre cómo las comidas en la noche, especialmente aquellas que son
abundantes y que se hacen antes de irse a dormir, pueden alterar el organismo y
los procesos digestivos.
Un estudio presentado en el
Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que se realizó en Roma, analizó
con más de 700 adultos, el vínculo entre la hora en que se consumen los
alimentos y el efecto en el organismo.
El estudio encontró que consumir
alimentos tarde en la noche tiene un impacto significativo en la presión
arterial del individuo.
Para mucha gente, la cena en la
noche, se ha convertido en el principal alimento del día.
Durante la noche, un proceso
fisiológico normal es el descenso de la presión arterial.
Sin embargo, el estudio encontró
que un 24,2% de los participantes que habían comido dentro de las dos horas
antes de acostarse, no habían mostrado un descenso adecuado de la presión
sanguínea.
Entre quienes habían cenado más
temprano el porcentaje fue de 14,2.
Según los expertos, consumir
alimentos antes de irse a acostar, produce que el organismo permanezca en un
estado de “alta alerta”, lo cual estimula la producción de hormonas del estrés,
como la adrenalina; y también pueden alterar los ritmos circadianos.
Los resultados sugieren, que la
hora en la que la gente come sus alimentos es tan importante como los propios
alimentos que come.
Los especialistas afirman que la
vida moderna está alentando “hábitos de alimentación erráticos”, como saltarse
el desayuno y comer cada vez más tarde, que se están volviendo cada vez más
prevalentes y pueden causar daños a lo largo del tiempo.
Recomiendan tener un desayuno
fuerte, no saltarse el almuerzo, que la cena sea pequeña y no debe ser después
de las 7 de la noche.
Cenar tarde también puede tener
otros efectos, como más riesgo de resistencia a la insulina y de trastornos de
reflujo.
Comer a última hora, puede alterar
los flujos hormonales durante el sueño, que son muy importantes para
metabolizar una comida.
La resistencia a la insulina y los
problemas para procesar las hormonas son trastornos que pueden conducir la
diabetes.
Una investigación publicada en 2005
sobre los hábitos alimenticios de 350 personas encontró, que quienes comían
durante las tres horas previas a irse a acostar mostraron un mayor riesgo de
desarrollar síntomas de reflujo.
Este trastorno causa que los
contenidos estomacales retrocedan desde el estómago hacia el esófago, lo cual
puede irritar el esófago y causar acidez gástrica, náusea, indigestión y en
algunos casos, puede llevar a cáncer de esófago.
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